24 Septiembre de 2021

Los desafíos y los haikus

Equipo Mageia Por Equipo Mageia

por si las moscas

hay profetas que callan 

su profecía

 

Me dispongo a escribir algo sobre Mario Benedetti para el aniversario de su muerte trabajando con la misma metodología de siempre: vacío mi cerebro de cualquier preconcepto consciente a la espera de que aquellos conceptos guardados en el inconsciente decidan aflorar. De golpe, se produce la magia. Tal vez al lector no le resulte “mágico” el texto al leerlo, claro, pero lo que siento cuando logro encajar las piezas del rompecabezas que se arma en mi mente, que no es otra cosa que la forma que adopta la idea, sí lo es.

 

En eso estaba cuando me crucé con los haikus de Benedetti (Rincón de haikus). Justamente, hace un par de semanas había estado investigando sobre este tipo de poemas japonesese porque me resulta admirable la habilidad de poder concentrar un fogonazo en diecisiete sílabas invariables (5-7-5) o “encerrar en diecisiete sílabas (y además, con escisiones predeterminadas) una sensación, un paisaje, y hasta una breve anécdota”, al decir del escritor uruguayo.

 

“Desafío” es una palabra que nombra el autor en la Nota previa del libro más de una vez; quizás por eso entonces mi mente se detuvo en el haiku que transcribí al comienzo, ya que es precisamente lo contrario a cualquier tipo de desafío. Es quedarse quieto. Es ser temeroso. Es no desplegar las alas. No animarse. Quedarse en la trillada “zona de confort”… y demás frases que parecen tomadas de un libro de autoayuda o sesión de coaching.

 

Y fue en este tren de razonamiento que mi mente recordó aquel poema atribuido al escritor uruguayo; ese que Tabaré Vazquez pronunció en su discurso de despedida (que no sé si no se lo endigó a Benedetti porque sabía que no era este el autor o porque la suerte estuvo de su lado) y que se llama No te rindas. Un poema motivador, de esos que uno podría mandárselo a algún ser querido que necesite un empujón antes de que sea demasiado tarde y evitar así escribir las palabras no dichas en un mensaje póstumo, como la canción Stuck in a Moment You Can´t Get Out Of, de U2, que Bono le escribió a Michael Hutchance, de INXS, después de que este se quitara la vida. 

 

You gotta stand up straight,

carry your own weight
These tears are going nowhere baby.

 

O quizás no hace falta estar en una situación límite. Lo que sí, hay versos que podrían leerse o repetirse de memoria, como si de un mantra se tratara, en los momentos grises, como: 

 

Vivir la vida y aceptar el reto

recuperar la risa, ensayar el canto,

bajar la guardia y extender las manos,

desplegar las alas e intentar de nuevo.

Parece ser que la confusión se genera a partir del poema de Benedetti que se titula No te salves. Es cierto que ambos títulos están compuestos por tres palabras, de las cuales dos son iguales, y están en modo imperativo. Pero en lo sustancial difieren bastante, creo yo. ¿Será que el uruguayo no era tan optimista? 

 

De lo que me parece que no cabe ninguna duda es que a él sí le gustaban los desafíos, porque en caso contrario jamás hubiera escrito el libro de haikus. Y si no están de acuerdo con lo que les digo, pueden refutármelo. Pero en un haiku.

Créditos: Aki Obarrio

 

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