Música para leer, Vol. 2
Te invitamos a releer algunos fragmentos de las grandes obras literarias acompañadas por una selección musical exactamente cronometrada para que coincida con tu lectura y te sugiera nuevos recorridos imaginarios.
En esta segunda entrega, el texto seleccionado es “Fadango de Lechuzas”, escrito por Pablo Picasso en 1937. La duración aproximada tanto de la lectura como de la música es de 8 minutos, 44 segundos.
- Las canciones
– The Beatles (1967), I am the walrus
Inspirada en la fascinación que John Lennon tenía por Lewis Carrol y su emblemática obra Alicia en el país de las maravillas, este collage de palabras puede considerarse como la obra más surrealista de los cuatro de Liverpool. Lo absurdo, el sin sentido y la utilización de rimas infantiles hicieron de la composición musical un himno de la psicodelia.
– Babasónicos (1994), Koyote
En 1954, Aldous Huxley escribió su ensayo Las puertas de la percepción en el que describía sus viajes alucinógenos producidos por la ingesta de mescalina. Cuarenta años después, la banda argentina Babasónicos compuso Trance Zomba; un disco que también es un viaje; una colección de mantras sonoros con climas cambiantes y personajes que intentan hacer equilibrio entre lo bizarro y el esteticismo más delicado.
– La Femme (2013), Iterlude
Autodenominados como una “ola extraña”, e influenciados por las letras de grandes genios como Serge Gainsbourg y los climas sonoros de New Order, Kraftwerk, y el krautrock, esta joven agrupación francesa se posicionó como uno de los nombres alternativos más destacados de los últimos años. En sus conciertos, la puesta escénica nos remonta a los banquetes delirantes donde nada falta y todo detalle está conscientemente librado al azar.
2. El texto
Pablo Picasso, Fandango de lechuzas
Fandango de lechuzas escabeche de espadas de pulpos de mal agüero estropajo de pelos de coronillas de pie en medio de la sartén en pelotas -puesto sobre el cucurucho del sorbete de bacalao frito en la sarna de su corazón de cabestro- la boca llena de la jalea de chinches de sus palabras -cascabeles del plato de caracoles trenzando tripas – meñique en erección ni uva ni breva- comedia del arte de mal tejer y teñir nubes -productos de belleza del carro de la basura- rapto de las meninas en lágrimas y en lagrimones – al hombro el ataúd relleno de chorizos y de bocas- la rabia retorciendo el dibujo de la sombra que le azota los dientes clavados en la arena y el caballo abierto de par en par al sol que lo lee a las moscas que hilvanan a los nudos de la red llena de boquerones el cohete de azucenas- farol de piojos donde está el perro nudo de ratas y escondrijo del palacio de trapos viejos las banderas que fríen en la sartén se retuercen en el negro de la salsa de la tinta derramada en las gotas de sangre que lo fusilan -la calle sube a las nubes atada por los pies al mar de cera que pudre sus entrañas y el velo que la cubre canta y baila loco de pena -el vuelo de cañas de pescar y alhiguí del entierro de primera del carro de mudanza –las alas rotas rodando sobre la tela de araña del pan seco y agua clara de la paella de azúcar y terciopelo que pinta el latigazo en sus mejillas -la luz se tapa los ojos delante del espejo que hace el mono y el trozo de turrón de las llamas se muerde los labios de la herida -gritos de niños gritos de mujeres gritos de pájaros gritos de flores gritos de ladrillos gritos de muebles de camas de sillas de cortinas de cazuelas de gatos y de papeles gritos de olores que se arañan gritos de humo picando en el morrillo de los gritos que cuecen en el caldero y de la lluvia de pájaros que inunda el mar que roe el hueso y se rompe los dientes mordiendo el algodón que el sol rebaña en el plato que el bolsín y la bolsa esconden en la huella que el pie deja en la roca.